Café Colombia Supremo

• Variedad de café: Arábica
• Altura a la que cultiva: 1200 - 1800 m
• Aroma: Café con aroma intenso con toques florales/afrutados y a infusión (té verde)
• Punto de tueste: Medio
• Notas de cata: Sabor limpio, con acidez media y cuerpo ligero
• Tostado y envasado por Cafés Lua

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¿Qué café te llevas a casa? Se trata de un café de variedad arábica típica por vía húmeda, cultivado a 1.200 - 1800 m. Su origen es la región Valle del Cauca, en Colombia. Se trata de una bebida limpia con tazas homogéneas, con acidez media y cuerpo ligero, aroma intenso con toques florales / afrutados y a infusión (té verde).

La producción del café de Colombia, protagonista de su fama mundial  Puede que Colombia no sea el mayor productor de café del mundo, pues ese puesto lo ostenta Brasil, pero sí que hablamos del país más famoso en cuanto a la producción de café. La introducción de la planta en Colombia no se produjo hasta el siglo XVIII, siendo a mitad del XIX cuando el país comenzó a gozar de una gran fama al exportar el producto.

Características como la expansión gracias a la revolución industrial, o la altísima demanda por parte de países como Estados Unidos, llevaría el café de Colombia a lo más alto. 

El alma cafetera de Colombia 

Colombia es una nación anclada en el corazón de América del Sur, conocida no sólo por su rica historia y cultura, sino también por ser la cuna de uno de los cafés más exquisitos del mundo. Sus tierras, bañadas por el sol y regadas por las lluvias tropicales, están atravesadas por cordilleras y valles que ofrecen las condiciones ideales para el cultivo de este preciado grano.

Regiones como Huila, Antioquia y Sierra Nevada son testimonio de una tradición cafetera que ha pasado de generación en generación, fusionando el amor por la tierra con la pasión por producir un café que despierte los sentidos. Cada grano recolectado es el resultado de un meticuloso proceso en el que la naturaleza y el toque humano se conjugan para dar vida a una bebida que trasciende las fronteras. 

Sin embargo, más allá de su destacada calidad, lo que realmente hace especial al café colombiano es su gente. Detrás de cada taza, hay historias de productores y familias que han hecho del café su vida, transmitiendo sus conocimientos de generación en generación. Ellos son los verdaderos guardianes de un legado que ha convertido a Colombia en sinónimo de café de excelencia mundial. 

La artesanía del grano dorado

El café colombiano es una auténtica joya que brilla no sólo por su sabor, sino también por el apasionado proceso que hay detrás de cada grano. En las vastas extensiones cafeteras de Colombia, la recolección sigue siendo predominantemente manual. Esto no es una coincidencia, sino una elección deliberada: recoger a mano garantiza que sólo los granos que han alcanzado la madurez perfecta sean seleccionados, dejando atrás aquellos que no cumplen los estándares de calidad. Cada recolector, con una destreza adquirida a través de años de experiencia, se convierte en el primer eslabón de un proceso que busca la excelencia en cada paso.

Una vez son recolectados, los granos pasan por un método de lavado tradicional, una práctica que permite resaltar y preservar las características únicas del café colombiano. Posteriormente, se llevan a secar bajo el sol, permitiendo que el grano conserve su sabor y aroma naturales. Este método de secado natural refuerza el compromiso con la tradición y garantiza un café limpio con una acidez brillante.

Es precisamente este equilibrio entre tradición y naturaleza donde destaca la belleza del café colombiano. El respeto por las antiguas técnicas, heredadas de generación en generación, combinado con las condiciones ideales del territorio colombiano, da como resultado un café que es mucho más que una bebida: una experiencia sensorial, un viaje a las raíces de una tierra que ha hecho del café su máxima expresión cultural.

¿Sabías que...?

El café de Colombia cuenta con cuatro denominaciones nacionales: Cauca, Santander, Antioquia y Huila. Entre las características principales que lo diferencian de su máximo competidor destaca especialmente la recolección del propio café. Un proceso que se realiza de forma manual, a diferencia del café de Brasil, permitiendo así que se mejore la calidad del grano. Además, las altas montañas de Colombia, junto a su clima tropical, permiten que se den las condiciones idóneas para el cultivo de café.

Los principales productos agrícolas de esta región son el café, el azúcar, los plátanos, el algodón y las flores. A pesar de su amplia gama de productos agrícolas y exportaciones, el café es el más vinculado a la identidad colombiana. Sin embargo, es curioso que el consumo local es sorprendentemente bajo para tal identificación.

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