Las desventajas del café torrefacto; consejos para identificarlo
El café de torrefacto fue muy consumido hace años, pero hoy en día no goza de la popularidad de otras variedades. El principal motivo reside en su método de producción, el café de torrefacto se obtiene añadiendo azúcar (en mayor o menor medida) durante el proceso de tostado del café, formando así una fina capa que envuelve al grano una vez ha concluído el “quemado” o tueste. Precisamente por el azúcar añadido, el café de torrefacto es rechazado por muchos consumidores ya que se trata de una bebida con un sabor más intenso que cuenta además con peores valores nutricionales que el café natural.
En Cafés Lúa siempre hemos apostado por los cafés naturales, por lo que son prioridad en nuestro portfolio. Sin embargo, para aquellos nostálgicos de las mezclas, conservamos dos referencias que tienen un pequeño porcentaje de café torrefacto, que se elabora a su vez añadiendo una cantidad muy baja de azúcar, por lo que los valores nutricionales siguen siendo buenos.
Se trata de la mezcla suave (85% café natural y 15% café torrefacto) y la mezcla intensa (80% café natural y 20% café torrefacto). Nuestra mezcla suave contiene únicamente 0,18 g de azúcar por bebida y la mezcla intensa sólo 0,25 g. Hablamos de cantidades totalmente residuales, desde luego muy inferiores a las que algunos consumidores añaden una vez la bebida ha sido preparada El café mezcla de Cafés Lúa garantiza un sabor intenso y mucho cuerpo, además de un porcentaje de cafeína moderado - alto, por lo que es una opción interesante para utilizar como pre entreno.
Pero, ¿qué ocurre con el café de torrefacto de los supermercados? ¿Qué desventajas tiene? Es importante que prestemos atención a diversos aspectos.
Cómo identificar el café torrefacto
El café de torrefacto no aporta ningún beneficio extra que no tenga el café natural. De hecho, su contenido en azúcar puede ser perjudicial (especialmente cuando hablamos de mezclas con un contenido elevado de torrefacto), por ejemplo, después de comidas pesadas o con alto contenido en grasa, pudiendo ocasionar una digestión más pesada.
En la actualidad, todas las recomendaciones nos indican que evitemos el azúcar añadido de los alimentos. Los motivos son de sobra conocidos por todos: sobrepeso, diabetes o hipertensión son enfermedades derivadas del consumo en exceso del azúcar. Sin embargo, es importante que tomemos perspectiva en esta cuestión: es mucho peor añadir un sobre de 8 -10 g de azúcar a nuestra bebida que consumir café mezcla sin azúcar, que contiene menos de 1g por bebida.
Sin embargo, lo que sí es cierto es que las mezcla que contienen un elevado porcentaje de café torrefacto (las que sueles encontrar en el supermercado) suelen sentar más pesadas, especialmente a aquellas personas con un estómago más sensible. Por este motivo, en Cafés Lúa siempre solemos recomendar cafés 100% naturales o con un porcentaje muy elevado de café natural.
A la hora de identificar un café de tueste natural de un café de torrefacto, hay algunos aspectos clave. Obviamente lo más sencillo es leer la etiqueta de los ingredientes o valores nutricionales, pero también hay otros factores que revelan si se trata de un producto u otro.
El primero y más importante es el color. Un café de torrefacto se caracteriza por tener un color más oscuro, casi negro. Además, el café de torrefacto también suele estar acompañado de un exceso de crema. Si has percibido ambos factores, es probable que estés ante una bebida de baja calidad.
Otros aspectos que distinguen a un café de torrefacto son el sabor y el aroma. Normalmente este tipo de producto tiene menos aroma a café que otras variedades mientras que su sabor es más intenso y fuerte. El café de torrefacto se caracteriza por tener mucho cuerpo y un ligero sabor a quemado.
En el caso e que tengamos ante nosotros los granos de café, el café de torrefacto puede comprobarse de forma mucho más rápida y sencilla. Debido a que están envueltos en azúcar, el tacto de estos granos de café será pegajoso. La prueba de fuego podremos realizarla con un poco de agua. Si vertimos unos pocos granos en un vaso y añadimos agua, ésta comenzará a decolorarse, tintando el agua de negro.
Prestando atención a estos detalles podrás identificar café de torrefacto al instante. Si quieres disfrutar de tu bebida sin arriesgarte a que te siente mal, te recomendamos que apuestes siempre por cafés naturales de alta calidad. A estas alturas seguro que ya sabes que en Cafés Lúa disponemos de un amplio número de propuestas tanto de cafés de origen como de blends propios, con el toque personal de nuestro maestro tostador.
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